En 1949, China concluyó una larga guerra civil con la victoria de los comunistas, liderados por Mao Zedong, sobre los republicanos nacionalistas, al mando de Chiang Kai-shek, quienes huyeron e instalaron su propio gobierno en la isla de Taiwán.
Siete décadas más tarde el enfrentamiento entre los dos estados continúa, con ambos asegurando ser el gobierno legítimo de China, y reclamando el territorio del otro.
Pero ahora el diferendo involucra al más inesperado de los actores: la nación sudamericana de Paraguay, en el otro lado del mundo.
En los últimos meses, Taipéi y Pekín parecen haber estado librando una batalla diplomática para ver a cuál de los dos elige Asunción.
Al menos eso han sugerido los cancilleres de Taiwán y Paraguay, quienes afirmaron que Pekín está usando la pandemia de coronavirus para tratar de romper la vieja alianza entre ambos países, algo que el gobierno chino ha negado.